El hombre honesto y bueno debería ser exactamente como un hombre que huele fuerte, de modo que el espectador tan pronto como se acerca a él debe oler si él elija o no.

(The honest and good man ought to be exactly like a man who smells strong, so that the bystander as soon as he comes near him must smell whether he choose or not.)

por Marcus Aurelius
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La cita sugiere que una persona virtuosa debe exudar naturalmente a la bondad e integridad, al igual que un aroma fuerte que es imposible de ignorar. Así como un espectador inevitablemente nota un fuerte olor cuando se acerca a alguien, el carácter de una buena persona debería ser evidente para los demás, revelando su naturaleza sin ningún esfuerzo consciente.

Esta imagen enfatiza la importancia de la autenticidad en la moralidad; La verdadera bondad no se puede ocultar o falsificar. En cambio, debería ser una cualidad intrínseca que influye en los que los rodean, destacando la idea de que las acciones y virtudes morales atraen naturalmente la atención y el reconocimiento.

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