La escena representa a un médico que interactúa con Yossarian, destacando un momento de absurdo y humor. El médico, una figura respetable, prueba la visión de Yossarian preguntando cuántos dedos puede ver. A pesar de los escenarios cambiantes, Yossarian responde constantemente con "dos", ilustrando su percepción distorsionada de la realidad. Este intercambio sirve como una metáfora del mundo caótico en el que viven los personajes, donde la verdad es subjetiva y a menudo esquiva.
La respuesta inquebrantable de Yossarian, incluso cuando la mano del médico está vacía, refleja los temas generales de Catch-22, donde los personajes están atrapados en situaciones paradójicas. El deleite del médico por la respuesta repetida de Yossarian subraya la naturaleza ridícula de la historia, demostrando cómo se difuminan la cordura y la locura. Esta interacción encapsula la exploración de la novela de la guerra, la locura y la lucha por la claridad en medio de la confusión.