La cita de William Faulkner, "El pasado nunca está muerto. Ni siquiera es pasado", captura la influencia persistente de la historia en nuestras vidas actuales. En el libro de Sarah Schulman "The Cosmopolitans", esta idea resuena profundamente a lo largo de la narrativa, mostrando cómo nuestras experiencias, recuerdos y las estructuras sociales heredamos dar forma a nuestras identidades y relaciones. Los personajes luchan con sus historias, revelando cómo los eventos pasados informan continuamente sus acciones y perspectivas actuales.
Schulman teje un rico tapiz de vidas interconectadas, ilustrando que el pasado permanece dentro de nosotros y nuestras comunidades. Las luchas de los personajes con sus historias resaltan la naturaleza ineludible de la memoria y el legado, lo que sugiere que para comprender el presente, uno debe reconocer y enfrentar el pasado. Esta exploración del tiempo refleja la noción de Faulkner de que el impacto del pasado es profundo, instando a los lectores a reconocer su relevancia en nuestras narrativas en curso.