Los pacientes allí eran en su mayoría adolescentes, con el niño ocasional. Pensé en todos nosotros como tigres con espinas en nuestras patas. Éramos hermosas bestias que habían resultado heridas por la vida, por pérdida, trauma o shock, y si pudiéramos sacar las astillas de nuestras patas, estaríamos bien. Mi espina era el hecho de que mi madre me había dejado. Megan
(The patients there were mostly teenaged girls, with the occasional boy. I thought of us all as tigers with thorns in our paws. We were beautiful beasts who'd gotten injured by life, by loss or trauma or shock, and if we could just get the splinters out of our paws, we'd be fine. My thorn was the fact that my mother had left me. Megan)
En la historia, el protagonista reflexiona sobre sus experiencias en un centro de tratamiento donde los pacientes son principalmente adolescentes, junto con algunos niños. Ella los compara con los tigres, criaturas poderosas y elegantes que han sufrido lesiones por los desafíos de la vida, simbolizados por espinas en sus patas. Estas vívidas imágenes capturan sus luchas compartidas y la esperanza de curación.
Entre ellos, siente una profunda conexión con su dolor, ya que su propia espina es el abandono de su madre. Este trauma personal sirve como una fuerza impulsora en su viaje hacia la recuperación. Cada personaje encarna la idea de que, si bien han sido heridos, conservan el potencial para reclamar su fuerza y belleza.