El teléfono tiene aproximadamente el mismo tamaño que un paquete de cigarrillos. No me sorprende que el encendedor tradicional de cigarrillos en muchos autos se haya convertido en el espacio que usamos para recargar nuestros teléfonos. Son parientes. El teléfono, como el cigarrillo, vamos al Texter/ex fumador que abandone cualquier interacción social por un segundo para obtener un descanso y hacer un poco de amor al hermoso objeto. Necesitamos algo, gente. No podemos vivir sin espesor.
(The phone is about the same size as a cigarette pack. It's no surprise to me that the traditional cigarette lighter in many cars has turned into the space we use to recharge our phones. They are kin. The phone, like the cigarette, let's the texter/former smoker drop out of any social interaction for a second to get a break and make a little love to the beautiful object. We need something, people. We can't live propless.)
La narración de historias de Aimee Bender en "The Color Master: Stories" profundiza en la interconexión de la vida moderna y nuestra dependencia de los dispositivos personales. El teléfono, comparable en tamaño a un paquete de cigarrillos, simboliza cómo la tecnología se ha convertido en una parte integral de nuestras rutinas diarias, reemplazando artículos tradicionales como encendedores de cigarrillos en los automóviles. Esta transformación refleja nuestros hábitos y necesidades en evolución, entrelazando el tejido social de nuestras vidas con nuestra dependencia de los dispositivos.
Además, Bender destaca el escape que proporcionan los teléfonos, similar a la forma en que uno podría haber usado cigarrillos. Ambos sirven como herramientas para que las personas tomen un breve pausa de las interacciones sociales, lo que les permite un momento de soledad y conexión con algo que ofrece comodidad. En un mundo donde la dependencia de los objetos personales se ha vuelto esencial, la cita enfatiza que todos necesitamos algo a lo que aferrarse, reafirmando nuestro deseo de conexión en una sociedad cada vez más separada.
