El extracto del "Desayuno de campeones" de Kurt Vonnegut destaca el preocupante legado de la esclavitud y sus consecuencias. Sugiere que los piratas del mar, instrumentales en establecer un nuevo gobierno, consideraron a los humanos como meras herramientas para sus propósitos, tratándolos como maquinaria en lugar de como individuos. Esta deshumanización subraya un defecto fundamental en la mentalidad social de esa época.

Incluso después de la abolición de la esclavitud, los descendientes de estos piratas mantuvieron esta percepción degradante de las personas, viéndolas a través de una lente industrial. Este punto de vista duradero refleja los problemas profundos de objetivación y explotación que persisten en la sociedad y sugiere que las actitudes culturales pueden persistir mucho después de que se abolieran las prácticas formales.