El silencio duró precisamente cinco segundos, durante los cuales los ojos recorrieron otros ojos, se despejaron varias gargantas y nadie se movió en su silla. Era como si se llegara a una decisión sin discusión: la evasión debía ser evitada. El congresista Efrem Walters, fuera de las colinas de Tennessee a través de la Revisión de la Ley de Yale, no debía ser desestimado con una circunlocución fácil que trataba con la esotérica de las manipulaciones clandestinas. La mierda estaba fuera.
(The silence lasted precisely five seconds, during which time eyes roamed other eyes, several throats were cleared, and no one moved in his chair. It was as if a decision were being reached without discussion: evasion was to be avoided. Congressman Efrem Walters, out of the hills of Tennessee by way of the Yale Law Review, was not to be dismissed with facile circumlocution that dealt with the esoterica of clandestine manipulations. Bullshit was out.)
En un momento tenso, la atmósfera fue acusada de un acuerdo tácito entre los presentes. Durante cinco segundos, el silencio envolvió la habitación mientras todos intercambiaron miradas, reconociendo sutilmente el peso de la situación. La vacilación de hablar reveló un entendimiento colectivo de que ya no podían ignorar las realidades que enfrentan ellas, marcando un cambio hacia la confrontación directa en lugar de la evitación.
El congresista Efrem Walters, conocido por su enfoque fundamental, ejemplificó una negativa a participar en distracciones triviales o explicaciones vagas. Sus antecedentes de Tennessee y las conexiones a las prestigiosas instituciones destacaron la determinación de reducir las complejidades de las maniobras políticas. Los participantes en este diálogo entendieron que las discusiones superficiales no eran una opción; La claridad y la honestidad fueron imperativas al abordar los problemas apremiantes en cuestión.