En "Engleby", Sebastian Faulks explora temas de identidad y autopercepción a través del viaje introspectivo del protagonista. La frase "El trueno de la falsa modestia fue ensordecedora" captura la idea de que muchas personas usan la modestia como fachada para enmascarar sus verdaderas ambiciones o inseguridades. Subraya la ironía de que, a pesar de sus intentos de parecer humildes, tales comportamientos pueden ser fuertes y llamativos, revelando verdades más profundas sobre su carácter.
La reflexión del personaje sobre las expectativas sociales y la autenticidad personal destaca la tensión entre cómo se presenta uno en comparación con su realidad interna. Faulks invita a los lectores a considerar las implicaciones de esta disonancia y las consecuencias de mantener una imagen falsa, lo que sugiere que la verdadera comprensión proviene de adoptar la honestidad sobre la pretensión.