El mercado de valores de EE. UU. Opera en un entorno cada vez más opaco, donde las actividades comerciales se realizan dentro de las instalaciones estrechamente controladas ubicadas en Nueva Jersey y Chicago. Este cambio a "cuadros negros" significa una transformación en cómo se ejecutan los intercambios, a menudo dependiendo de la tecnología avanzada y los algoritmos que muchos inversores no pueden ver o entender.
En el libro de Michael Lewis "Flash Boys", el autor destaca esta tendencia de prácticas comerciales ocultas, planteando preocupaciones sobre la equidad y la transparencia del mercado. Este entorno favorece a algunos jugadores sofisticados, lo que puede dejar a los inversores promedio en desventaja mientras navegan por las complejidades del panorama financiero moderno.