La mayoría de las personas no consideran establecer plazos para alcanzar sus sueños. Tienden a tener una conciencia abstracta del envejecimiento y la mortalidad, que se siente distante para ellos. En cambio, se centran en los desafíos inmediatos de la vida diaria, que a menudo consumen su atención y tiempo.
Esta tendencia a evitar los plazos puede conducir a una falta de urgencia en la búsqueda de objetivos, ya que las personas podrían pensar que tienen mucho tiempo en el futuro. Sin embargo, esta mentalidad puede obstaculizar su capacidad de tomar medidas procesables hacia sus aspiraciones, lo que lleva a la complacencia y perdió oportunidades para el crecimiento y el cumplimiento personal.