El mundo cambia. Los ideólogos y los fanáticos no lo hacen.
(The world changes. Ideologues and zealots don't.)
La cita "El mundo cambia. Los ideólogos y los fanáticos no" del "estado de miedo" de Michael Crichton destaca el contraste entre la naturaleza evolutiva del mundo y las creencias estáticas de los extremistas ideológicos. Subraya la idea de que mientras la sociedad progresa y se adapta, ciertos individuos o grupos siguen siendo rígidos en sus puntos de vista, aferrándose a ideologías obsoletas a pesar de las nuevas pruebas o las circunstancias cambiantes.
Este sentimiento refleja un comentario más amplio sobre el impacto de las creencias inquebrantables en la política y la percepción, lo que sugiere que aquellos que están arraigados en la ideología pueden obstaculizar el diálogo y la adaptación significativos. En un paisaje en constante cambio, la apertura a nuevas ideas y perspectivas es esencial para el progreso, mientras que los ideólogos corren el riesgo de volverse obsoletos a medida que el mundo continúa evolucionando.