¿Entonces estás trabajando con todo el hilo de ADN? Preguntó Grant. Oh no, dijo Wu. Eso es imposible. Hemos recorrido un largo camino desde los años sesenta, cuando tardó un laboratorio completo cuatro años en decodificar una pantalla como esta. Ahora las computadoras pueden hacerlo en un par de horas. Pero, aun así, la molécula de ADN es demasiado grande. Solo miramos las secciones del hilo que difieren de animales a animales, o del ADN contemporáneo. Solo unos pocos por ciento de los nucleótidos difieren de una especie a la siguiente. Eso es lo que analizamos, y sigue siendo un gran trabajo.
(Then are you working with the entire DNA strand? Grant asked. Oh no, Wu said. That's impossible. We've come a long way from the sixties, when it took a whole laboratory four years to decode a screen like this. Now the computers can do it in a couple of hours. But, even so, the DNA molecule is too big. We look only at the sections of the strand that differ from animal to animal, or from contemporary DNA. Only a few percent of the nucleotides differ from one species to the next. That's what we analyze, and it's still a big job.)
En la conversación entre Grant y Wu, discuten los desafíos del análisis de ADN y cómo la tecnología ha avanzado desde la década de 1960. Wu explica que si bien ya no es necesario pasar años decodificando el ADN, el gran tamaño de la molécula de ADN hace que sea poco práctico trabajar con todo el hilo. En cambio, los científicos se centran en las secciones específicas que difieren entre especies o ADN contemporáneo, ya que solo un pequeño porcentaje de nucleótidos varía.
Este proceso de análisis de estos segmentos únicos sigue siendo complejo y lento, enfatizando las complejidades involucradas en la investigación genética. Los avances en la tecnología informática han acelerado significativamente el análisis, reduciendo lo que una vez llevó años a solo horas. A pesar de estas mejoras, la tarea sigue siendo sustancial, destacando el esfuerzo continuo requerido en el campo de la genética.