¡Hay mal! Es real, como el cemento. No puedo creerlo. No puedo soportarlo. Evil no es una vista ... es un ingrediente en nosotros. En el mundo. Vertido sobre nosotros, filtrándose en nuestros cuerpos, mentes, corazones, en el pavimento mismo.
(There is evil! It's actual, like cement.I can't believe it. I can't stand it.Evil is not a view ... it's an ingredient in us. In the world. Poured over us, filtering into our bodies, minds, hearts, into the pavement itself.)
En "El hombre en el castillo alto" de Philip K. Dick, el concepto del mal se representa como una fuerza generalizada y tangible en el mundo. El autor enfatiza que el mal no es simplemente una perspectiva, sino un componente fundamental integrado en la humanidad y el medio ambiente. Esta noción sugiere que el mal se filtra en todos los aspectos de la existencia, que afecta a las personas y sus alrededores.
La representación del mal de Dick sirve como un reflejo sobre los aspectos más oscuros de la naturaleza humana y la sociedad que lo alberga. Al comparar el mal con el cemento, implica que es sólido, inflexible y profundamente integrado en el tejido de la vida, desafiando a los lectores a enfrentar la incómoda realidad de su presencia en el mundo.