En la casa, había un lugar especial conocido como la sala turca, diseñada para conversaciones personales profundas. En su sexto cumpleaños, su abuela llevó a Little Inez, Big Inez, quien le presentó un regalo increíble, una plantación que abarca dos mil acres. Este momento marcó una conexión significativa entre generaciones, destacando el tema del legado.
Poco después, la hermana de Little Inez, Alice, entró en la habitación y también pidió una plantación. Sin embargo, Big Inez le recordó suavemente que fue nombrado por su abuela yanqui y debería buscarla para tales regalos. Este intercambio ilustra las diferencias en cómo se interpretaron los lazos familiares y la herencia, revelando una tensión subyacente entre las identidades culturales y las expectativas.