Por lo tanto, Everyman, mira a ese último extremo que es tu muerte y el polvo que se queja de cada hombre que nace de la mujer, ya que salió desnudo del vientre de su madre tan desnudo, lo hará al final para ir a la vez que llegó.
(Therefore, everyman, look to that last end that is thy death and the dust that gripeth on every man that is born of woman for as he came naked forth from his mother's womb so naked shall he wend him at the last for to go as he came.)
La cita enfatiza la inevitabilidad de la muerte y la naturaleza transitoria de la vida. Sugiere que todos los seres humanos, independientemente de sus circunstancias, finalmente enfrentarán el mismo final. Joyce reflexiona sobre la idea de que llegamos a este mundo sin posesiones y partiremos en el mismo estado, destacando la inutilidad de las actividades materiales y la igualdad de mortalidad entre las personas.
Al llamar la atención sobre la desnudez del nacimiento y la muerte, Joyce invita a los lectores a considerar la esencia de su existencia más allá de las posesiones físicas. Es un recordatorio conmovedor para evaluar el significado y las prioridades de la vida, subrayando que lo que realmente importa puede estar en las acciones y relaciones de uno en lugar de los logros mundanos.