Imagine la alegría de reunirse con seres queridos que apreciaron a Jesús, compartiendo una existencia feliz en un reino celestial. Visualice caminar junto a ellos en un paisaje vibrante, lleno de fuerza y risa, donde cada momento está lleno de felicidad y conversaciones encantadoras. Mientras disfrutas de los frutos del paraíso, los sabores están más allá de todo lo que has experimentado, destacando la belleza y la riqueza de esta nueva vida.
En este lugar maravilloso, notas que Jesús se acerca con una sonrisa cálida y acogedora. Abrumado de reverencia, te arrodillas en la adoración, solo para que él te levante y te abrazara. Este encuentro encarna el amor y la conexión que define el cielo, enfatizando la profunda alegría de estar en su presencia y el vínculo compartido con aquellos que han ido antes que usted.