... Pensando en alguien todos los días de su vida ... oh sí, se dijo a sí mismo. Oh sí, lo haces. Piensas en alguien. Él llena tu mundo. Él se trata de ti, una presencia, y piensas en él; No puedes evitarlo, porque él siempre está ahí, en tus pensamientos. Pero ya sabes, por supuesto, que todo el tiempo que estás pensando en él, él no está pensando en ti. Eso es lo más difícil de eso. Eso es lo que lo hace muy, muy difícil de soportar. Tan duro que a veces simplemente te sientas allí y dejas que la miseria te lave; La miseria, el vacío.
(...thinking about somebody every day of his life... oh yes, he said to himself. Oh yes, you do. You think about somebody. He fills your world. He is all about you, a presence, and you think about him; you can't help it, because he's always there, in your thoughts. But you know, of course, that all the while you're thinking about him, he's not thinking about you. That's the hardest thing about it. That's what makes it so very, very hard to bear. So hard that sometimes you just sit there and let the misery wash over you; the misery, the emptiness.)
El pasaje se refleja en la profunda agitación emocional del amor no reconocido. El protagonista es absorbido en sus pensamientos de otra persona que ocupa su mente todos los días. Esta presencia constante trae consuelo y dolor, ilustrando la complejidad de las emociones atadas al anhelo y el apego. Reconocen la realidad de que, si bien son consumidos por los pensamientos de esta persona, ese individuo no comparte los mismos sentimientos o pensamientos hacia ellos.
Esta dolorosa conciencia crea una profunda sensación de soledad y desesperación. El personaje siente un vacío profundo que puede conducir a momentos de abrumadora miseria. Esta lucha emocional destaca las dificultades de amar a alguien que es indiferente, dejando que el personaje lidie con deseos no cumplidos y la realidad de su situación. Tales reflexiones resuenan con cualquiera que haya experimentado el dolor de anhelo por alguien que esté emocionalmente distante.