El pasaje se refleja en la profunda agitación emocional del amor no reconocido. El protagonista es absorbido en sus pensamientos de otra persona que ocupa su mente todos los días. Esta presencia constante trae consuelo y dolor, ilustrando la complejidad de las emociones atadas al anhelo y el apego. Reconocen la realidad de que, si bien son consumidos por los pensamientos de esta persona, ese individuo no comparte los mismos...