Aquellos que pueden pagar la educación privada no necesitan preocuparse de que sus hijos sean privados de arte, música y literatura en el aula: están más protegidos, por ahora, de la doctrina de la eficiencia que ha estado remodelando radicalmente el plan de estudios de las escuelas públicas.
(Those who can afford private schooling need not worry about their children being deprived of art, music and literature in the classroom: they are more sheltered, for now, from the doctrine of efficiency that has been radically refashioning the public school curriculum.)
En su libro "The Republic of Imagination", Azar Nafisi analiza el contraste entre la educación privada y la educación pública, particularmente con respecto a las artes y las humanidades. Ella sugiere que las familias con los medios para elegir escuelas privadas pueden garantizar que sus hijos reciban una educación completa, rica en arte, música y literatura. Este privilegio les permite evitar el énfasis decreciente en estas materias que a menudo acompañan el impulso de la eficiencia en los planes de estudio de las escuelas públicas.
Nafisi señala que los niños en escuelas privadas están algo aisladas de las reformas educativas que priorizan la practicidad sobre la creatividad. Este cambio de enfoque, donde las artes pueden ser marginadas, plantea una amenaza para una experiencia educativa integral para muchos estudiantes en el sistema público. El comentario subraya las implicaciones más amplias de la desigualdad educativa, revelando cómo el acceso a un entorno de aprendizaje enriquecedor puede influir significativamente en el desarrollo intelectual de un niño.