En "Catch-22", el coronel Korn establece una cultura donde se desaniman las preguntas, lo que lleva a un escenario en el que solo están presentes aquellos que se abstienen de la investigación. Este entorno crea un discurso hueco, lo que hace que las sesiones sean ineficaces y finalmente las llevan a cesar por completo. La ironía es que al excluir las preguntas, la oportunidad de educación y comprensión genuina se borra.
Esta situación destaca una crítica más amplia de la dinámica y la conformidad de poder. El acuerdo entre Clevinger, el coronel Korn y el cabo refleja un consenso preocupante de que no es necesario interactuar con las personas que no cuestionan la autoridad o buscan conocimiento. Esto subraya los peligros de la complacencia y la pérdida del pensamiento crítico dentro de las organizaciones o sociedades.