Vivimos en un mundo de espantosos givens. Se da que se comportará así, dado que le importará eso. Nadie piensa en los Givens. ¿No es asombroso? En la sociedad de la información, nadie piensa. Esperábamos desterrar el papel, pero en realidad desterramos el pensamiento.
(We live in a world of frightful givens. It is given that you will behave like this, given that you will care about that. No one thinks about the givens. Isn't it amazing? In the information society, nobody thinks. We expected to banish paper, but we actually banished thought.)
En un mundo lleno de expectativas predeterminadas, las personas a menudo se ajustan a las normas sociales sin cuestionarlas. El autor reflexiona sobre cómo estos "Givens" dictan el comportamiento y los valores, sin embargo, permanecen en gran medida sin examinar por la población. Esta adhesión automática crea una falta de pensamiento crítico, lo que lleva a una aceptación colectiva de circunstancias que pueden no servir al bien individual o común.
El comentario destaca una tendencia preocupante en la era de la información, donde el enfoque ha cambiado de una profunda contemplación a un compromiso superficial. Si bien la tecnología tenía como objetivo simplificar nuestras vidas, parece haber disminuido nuestra capacidad de pensamiento significativo. En esencia, la expectativa es que las personas sigan siendo consumidores pasivos de información en lugar de pensadores activos e interrogadores de su realidad.