Nos pasamos la vida adivinando lo que sucede en el interior de los demás, y cuando tenemos suerte y acertamos, creemos que "entendemos". Qué tontería. Incluso un mono frente a una computadora escribe una palabra de vez en cuando.
(We spend our lives guessing at what's going on inside everybody else, and when we happen to get lucky and guess right, we think we "understand." Such nonsense. Even a monkey at a computer will type a word now and then.)
En su libro "Xenocidio", Orson Scott Card aborda la tendencia humana a hacer suposiciones sobre los pensamientos y sentimientos de los demás. Sugiere que las personas a menudo dependen del azar para interpretar las emociones y motivaciones de quienes las rodean. Esto conduce a una sensación superficial de comprensión que es engañosa e inadecuada. Así como escribir al azar puede producir ocasionalmente palabras reconocibles, adivinar correctamente el estado mental de alguien es más una cuestión de suerte que de perspicacia.
Card critica esta creencia equivocada en la comprensión, enfatizando que la verdadera comprensión del mundo interior de otra persona es una tarea compleja y difícil de alcanzar. Insta a los lectores a reconocer las limitaciones de sus percepciones y la locura de suponer que conocen a alguien basándose en conjeturas correctas ocasionales. El mensaje destaca la necesidad de una empatía y una comunicación más profundas en lugar de suposiciones superficiales.