El concepto presentado sugiere que la sociedad a menudo se presa de la manipulación a través de un enfoque sistemático conocido como la dialéctica hegeliana. Este enfoque implica crear un problema, medir la respuesta del público y luego presentar una solución. Este ciclo explota las reacciones y los deseos de la resolución de las personas, controlando efectivamente la narrativa y los resultados para beneficiar a los que están en el poder.
Además, es alarmante que las personas puedan pasar por alto la verdad de que aquellos que fabrican crisis también son los que proponen remedios. En consecuencia, independientemente de la naturaleza de las soluciones implementadas, tienden a consolidar el poder entre los arquitectos originales del problema, planteando preguntas críticas sobre la responsabilidad y las verdaderas intenciones detrás de las resoluciones ampliamente aceptadas.