En "The Man in the High Castle" de Philip K. Dick, la cita refleja una transición de la inocencia a la madurez. Sugiere un viaje donde uno se aleja de los pensamientos y creencias simplistas de la infancia, adoptando un enfoque más analítico y científico para comprender el mundo. Este cambio significa un crecimiento personal y una conciencia más profunda de la realidad, a medida que las personas aprenden a navegar a las complejidades más allá de sus percepciones tempranas.
Este tema resuena a lo largo de la narración, donde los personajes confrontan a los dilemas morales y existenciales desafiantes. Al "guardar cosas infantiles", se les insta a comprometerse con un punto de vista más crítico, destacando la necesidad de adoptar la razón y la racionalidad en un mundo lleno de incertidumbre y conflicto. Subraya la importancia de evolucionar la mentalidad en respuesta a las complejidades de la vida adulta.