Cuando Marilla llevó a Anne a la cama esa noche, dijo con rigidez: Bueno, Anne, anoche noté que tiraste la ropa por el suelo cuando te la quitaste. Ése es un hábito muy desordenado y no puedo permitirlo en absoluto. Tan pronto como te quites cualquier prenda de vestir, dóblala cuidadosamente y colócala sobre la silla. No me sirven de nada las niñas que no son ordenadas.
(When Marilla took Anne up to bed that night she said stiffly: Now, Anne, I noticed last night that you threw your clothes all about the floor when you took them off. That is a very untidy habit, and I can't allow it at all. As soon as you take off any article of clothing fold it neatly and place it on the chair. I haven't any use at all for little girls who aren't neat.)
En "Anne of Green Gables", Marilla expresa su desaprobación por los hábitos desordenados de Anne, particularmente en cuanto a cómo deja su ropa esparcida por el suelo. Este momento resalta el rigor de Marilla y sus expectativas de pulcritud y disciplina. Ella enfatiza la importancia de mantener el orden e instruye a Anne a doblar su ropa correctamente después de cambiarse, ilustrando sus valores y el tipo de comportamiento que quiere inculcar en Anne.
Esta interacción no sólo muestra el contraste entre la naturaleza imaginativa y despreocupada de Anne y el enfoque práctico y sensato de Marilla, sino que también prepara el escenario para el crecimiento de Anne a lo largo de la historia. La insistencia de Marilla en la pulcritud refleja un tema más amplio del libro sobre la responsabilidad y la transición de la niñez a la madurez, mientras Anne aprende a equilibrar su vibrante personalidad con las expectativas de su nuevo hogar.