Cuando tuviste esperanzas una vez, 'Hadley explicó después de una pausa,' siempre es difícil continuar después de que las renuncies. No es tan difícil renunciar a ellos; Esa parte es fácil. Después de todo, tienes que hacerlo, a veces. Pero después. . . ' Él hizo un gesto, gruñendo '. . . ¿Qué lleva su lugar? Nada. Y el vacío es aterrador. Es tan grande. Supongo de todo lo demás; A veces es más grande que el mundo entero. Crece. Se queda sin fondo.
(When you had hopes once,' Hadley explained after a pause, 'it's always hard to go on after you give them up. It's not so hard to give them up; that part is easy. After all, you've got to, sometimes. But afterward . . .' He gestured, grunting, '. . . What takes their place? Nothing. And the emptiness is frightening. It's so big. It sort of absorbs everything else; sometimes it's bigger than the whole world. It grows. It becomes bottomless.)
Hadley reflexiona sobre la dolorosa experiencia de renunciar a la esperanza, señalando que si bien puede ser fácil dejar ir, las consecuencias son mucho más desafiantes. El vacío que queda atrás no está simplemente vacío; Es una extensión aterradora que consume todo lo que lo rodea, dejando a uno sentirse perdido y desorientado. La sensación de vacío puede crecer más que la vida misma, transformándose en una presencia abrumadora que se siente insuperable.
Esta conmovedora realización de Hadley ilustra la profunda lucha emocional enfrentada cuando los sueños y las aspiraciones se desvanecen. En lugar de brindar consuelo, la ausencia de esperanza conduce a una profunda sensación de pérdida, ya que los individuos lidian con el relleno del abismo que queda atrás. La noción inquietante de un vacío infinito sirve como un recordatorio de cuán integral es la esperanza para la existencia humana, y la inquietante realidad de su ausencia puede dejar a uno sentirse a la deriva en un espacio vasto y sin sentido.
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