En "Amor en una tierra desgarrada: Juana de Kurdistán", el autor Jean Sasson captura la desesperación que sintieron los kurdos durante las brutales campañas de Saddam Hussein contra ellos. La protagonista, Joanna, reflexiona sobre su angustia por la falta de intervención internacional mientras su pueblo sufría atrocidades. Cuestiona el silencio de la comunidad global y la aparente indiferencia hacia la difícil situación kurda, preguntándose por qué a nadie parecía importarle su sufrimiento.
Este sincero anhelo de reconocimiento y apoyo resalta el problema más amplio de la negligencia política que enfrentan los grupos oprimidos. Las súplicas de Joanna sirven como un poderoso recordatorio de los desafíos que supone atraer la atención internacional hacia las violaciones de derechos humanos, enfatizando la necesidad de vigilancia y acción contra la tiranía. Su historia ilustra no sólo luchas personales, sino también un grito colectivo por la justicia y la responsabilidad de la humanidad de enfrentar la opresión.