El concepto de vergüenza se representa como un aspecto integral de la existencia humana, similar a los rasgos físicos fundamentales como la mano o el bipedalismo. Sirve como un elemento vital que forma las interacciones sociales y la identidad personal. La afirmación de que la vergüenza es esencial sugiere que la ausencia de culpa también eliminaría la experiencia de la vergüenza, lo que a su vez disminuye nuestra humanidad.
La referencia a Génesis destaca esa vergüenza surgió con la autoconciencia, marcando un paso evolutivo significativo. Esta conexión temprana entre la conciencia y la vergüenza indica que perder esta calidad retrocedería a los humanos a un estado menos evolucionado, eliminando efectivamente un aspecto clave de lo que significa ser humano.