En el libro de Barbara Kingsolver "The Bean Trees", la cita desafía la noción de etiquetar a las personas como "ilegales". El autor argumenta que la naturaleza humana abarca una variedad de cualidades morales: buenaidad, maldad, rectitud e errores. Esta complejidad destaca la dificultad de clasificar a las personas basadas únicamente en el estatus legal.
La cita enfatiza el valor inherente de cada persona, lo que sugiere que la legalidad no define la humanidad de uno. Al cuestionar el término "ilegal", Kingsolver implica que la sociedad a menudo simplifica demasiado las identidades de las personas, descuidando su dignidad y vidas multifacéticas. Esta perspectiva invita a los lectores a reconsiderar cómo perciben a los demás más allá de las clasificaciones legales.