El viaje de autodescubrimiento de Lupita ocurre durante muchos años de ser confinado, lo que la lleva a profundas ideas sobre la comunicación y la soledad. A través de sus experiencias, aprende el valor del silencio, al darse cuenta de que la verdadera escucha surge cuando uno elige no hablar. Esta comprensión profundiza su aprecio por los momentos que pasan en la contemplación tranquila.
Además, Lupita encuentra que estar solo no equivale a la soledad. En cambio, siente un mayor sentido de compañía cuando abraza la soledad. Esta transformación destaca su crecimiento y las poderosas lecciones aprendidas durante su tiempo en confinamiento.