Las debilidades de un hombre pueden entrometerse en su fe, pero no lo disminuyen.
(A man's weaknesses may intrude on his faith but they do not diminish it.)
Esta cita del "The Bourne Ultimatum" de Robert Ludlum sugiere que si bien un hombre puede luchar con las debilidades personales, estos defectos no necesariamente socavan su fe o creencias. Destaca la idea de que las personas pueden tener conflictos y desafíos internos, pero aún así se aferran a sus convicciones.
Además, apunta a la resistencia de la fe frente a la adversidad. Incluso cuando surgen luchas personales, las creencias centrales de una persona pueden permanecer intactas. Esto refuerza la noción de que la fe es una fuerza poderosa que puede coexistir con la fragilidad humana, recordándonos que las imperfecciones son parte de la experiencia humana y no definen todo el carácter.