La cita "Todo ese camino y nunca cruzó el puente" de la novela de David Mitchell "The Bone Clocks" refleja la idea de viajes incumplidos y oportunidades perdidas. Sugiere que a pesar del tiempo y el esfuerzo necesarios para llegar a un destino, a veces las personas no logran dar el paso final que conduciría a un cambio o iluminación significativos. Esto puede resonar en lectores que hayan experimentado sentimientos similares de vacilación o arrepentimiento.
En el contexto del libro, esta noción puede simbolizar las luchas de los personajes con sus elecciones y los caminos que toman en la vida. Enfatiza la importancia de no solo estar físicamente presente en una situación, sino también tomar medidas significativas para lograr un crecimiento personal o una comprensión más profunda. El puente se convierte en una metáfora de los momentos cruciales de la vida que definen la dirección y el propósito de cada uno.