La muerte de un padre provoca no sólo la pérdida emocional de un ser querido sino también la desaparición de toda una vida de recuerdos e historias que atesoraba. Esto es similar a perder un archivador lleno de información valiosa sobre la historia familiar, anécdotas y relaciones personales. La riqueza de sus experiencias y el conocimiento que podían compartir desaparece repentinamente, dejando un vacío que se puede sentir profundamente.
En "The Bone Clocks", David Mitchell captura el profundo impacto que la pérdida de un padre tiene en un individuo. La metáfora de un archivador ilustra cómo la esencia de la vida de una persona, llena de elementos únicos y fascinantes, llega a su fin con su fallecimiento. Esta pérdida puede generar una sensación de desconexión y un anhelo de reconectarse con esas narrativas perdidas.