En "Amigos, amantes, chocolate" de Alexander McCall Smith, el protagonista reflexiona sobre los actos históricos y contemporáneos de persecución, dibujando paralelos entre la caza de brujas del pasado y las instancias modernas de acoso. La narrativa subraya la naturaleza cíclica de la expedata social, donde los individuos son atacados y vilipendiados por ser amenazas percibidas.
Esta observación destaca cómo, a pesar de los avances en la sociedad, los mecanismos de identificar a un enemigo y fomentar la animosidad siguen sin cambios. La cita enfatiza el impacto duradero de tales tácticas de persecución, lo que sugiere que si persiste las acusaciones de brujería o reclamos de acoso sexual, persiste la dinámica central de la demonización.
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