Y cuando muero, todos los recuerdos de mi propia vida irán a la tumba conmigo, que Dios quiera, y Dick nunca tendrá que mirarlos. Y sus hijos nunca sabrán cómo era mi vida. No sabrán nada de moler piedras y acostarse para dormir en lo que se sintió como un ataúd y tener hambre y avergonzar todo el día y la noche y ser golpeado por un maestro que no podía escribirse y asegurarse de que mantuviera la mente tan vacía que no tenías ningún pensamiento en absoluto. Y eso es lo que he hecho por ellos, ese es mi regalo para ellos y para todos sus hijos para siempre, así que no me hables de ser duro.
(And when I die all the memories of my own life will go to the grave with me, God willing, and Dick will never have to look back at them. And his children will never even know what my life was like. They'll know nothing of grinding stones and lying down to sleep in what felt like a coffin and being hungry and ashamed all day and night and being beaten by a teacher who couldn't write himself and being sure you kept your mind so empty that you had no thoughts at all. And that's what I've done for them, that's my gift to them and to all their children ever after, so don't talk to me about being hard.)
En este extracto conmovedor de "una posible vida", el orador reflexiona sobre la inevitabilidad de la muerte y la naturaleza fugaz de los recuerdos personales. Expresan un deseo de sus luchas y experiencias dolorosas para permanecer ocultas de sus descendientes. El orador está decidido a que su sufrimiento, que incluye sentimientos de hambre, vergüenza y la dura disciplina de un educador equivocado, no empañará las vidas de quienes los vienen. Este acto desinteresado de protección se representa como su legado, un regalo para las generaciones futuras.
El énfasis del orador en mantener sus dificultades en secreto destaca un tema más amplio de las cargas de la historia personal. Rechazan la noción de que estos ensayos definen la fuerza, eligiendo en cambio priorizar el bienestar emocional de sus seres queridos. Sus reflexiones revelan una profunda sensación de sacrificio y un intenso deseo de proteger a sus hijos de las cicatrices del pasado, lo que finalmente les permite la libertad de forjar sus propias vidas sin gravamen por el dolor heredado.