Porque a veces en esta vida se nos dan cosas que no merecemos, que no hemos hecho nada para merecer, por así decirlo. No tenemos que renunciar a ellos si se nos presentan. Y recuerda esto: mucha gente está mejor que tú. La desigualdad está escrita en la forma en que funciona el mundo, no importa cuánto intentemos corregirla. "Señorita Hardy hizo una pausa." Puede ser afortunado en un aspecto y menos afortunado en otro. Nadie tiene la felicidad garantizada en todos los ámbitos. El destino tiene sus propias ideas de igualdad.
(Because sometimes in this life we're given things that we don't deserve – that we haven't done anything to merit, so to speak. We don't have to give those up if they come our way. And remember this: plenty of people are better off than you. Inequality is written into the way the world works, no matter how hard we try to correct it." Miss Hardy paused. "You may be fortunate in one respect and less fortunate in another. Nobody's guaranteed happiness across the board. Fate has her own ideas of equality.)
En la vida, a menudo recibimos cosas que quizás no consideremos que hemos ganado, pero es esencial reconocer que no tenemos que renunciar a esas bendiciones. La noción de mérito es subjetiva, y la fortuna puede ser inesperadamente. También es crucial reconocer que muchos otros pueden estar mejor que nosotros, destacando la desigualdad inherente en el mundo a pesar de nuestros esfuerzos para abordarlo.
Miss Hardy enfatiza que todos tienen ventajas y desventajas, lo que hace que el concepto de felicidad universal sea difícil de alcanzar. El destino asigna su propia forma de igualdad, recordándonos que la vida es impredecible y nadie está garantizado constante alegría o éxito. En lugar de luchar por un equilibrio perfecto, debemos aceptar las complejidades de nuestras circunstancias.