Pero Anatole dijo de repente: "No esperes la protección de Dios en lugares más allá del dominio de Dios. Solo te hará sentir castigado. Te estoy advirtiendo. Cuando las cosas salgan mal, te culparás a ti mismo. '¿Qué me estás diciendo?' 'Te estoy diciendo lo que te estoy diciendo. No intentes hacer de la vida un problema de matemáticas contigo mismo en el centro y todo lo que sale igual. Cuando eres bueno, aún pueden suceder cosas malas. Y si eres malo, aún puedes tener suerte.
(But Anatole said suddenly, 'Don't expect God's protection in places beyond God's dominion. It will only make you feel punished. I'm warning you. When things go bad, you will blame yourself.' 'What are you telling me?''I am telling you what I'm telling you. Don't try to make life a mathematics problem with yourself in the center and everything coming out equal. When you are good, bad things can still happen. And if you are bad, you can still be lucky.)
anatole intenta transmitir un mensaje significativo sobre la imprevisibilidad de la vida y las limitaciones de buscar protección divina. Él advierte que esperar la intervención de Dios en áreas desprovistas de su influencia puede conducir a sentimientos de castigo y autoculpa cuando se enfrentan a las dificultades. Sugiere que las complejidades de la vida no se pueden simplificar a una fórmula donde la bondad de uno siempre resulta en resultados positivos.
enfatiza que los problemas en la vida no son tan sencillos como un problema matemático, aconsejándose contra colocarse en el centro de todo. Anatole reconoce que lo bueno y lo malo puede pasarle a cualquiera, independientemente de su posición moral. Esta perspectiva destaca la aleatoriedad de los eventos de la vida y la importancia de aceptar que la desgracia puede suceder incluso a aquellos que actúan con buenas intenciones.