anatole intenta transmitir un mensaje significativo sobre la imprevisibilidad de la vida y las limitaciones de buscar protección divina. Él advierte que esperar la intervención de Dios en áreas desprovistas de su influencia puede conducir a sentimientos de castigo y autoculpa cuando se enfrentan a las dificultades. Sugiere que las complejidades de la vida no se pueden simplificar a una fórmula donde la bondad de uno siempre resulta en resultados positivos.
enfatiza que los problemas en la vida no son tan sencillos como un problema matemático, aconsejándose contra colocarse en el centro de todo. Anatole reconoce que lo bueno y lo malo puede pasarle a cualquiera, independientemente de su posición moral. Esta perspectiva destaca la aleatoriedad de los eventos de la vida y la importancia de aceptar que la desgracia puede suceder incluso a aquellos que actúan con buenas intenciones.