Pero el hecho fue que Sherrie Marla ya confiaba en él. Cuando él se quitó el hielo y le mostró su nueva simetría, ella no se estremeció. Su rostro era él para ella ahora. No era un mapa o un indicador de alguna idea abstracta. Resultó que era solo la primera impresión que necesitaba alterar.
(But the fact was, Sherrie Marla trusted him already. When he took the ice off, and showed to her his new symmetry, she didn't flinch. His face was him to her now. It was not a map or an indicator of some abstract idea. Turned out it was only the first impression he needed to alter.)
En "The Color Master: Historias" de Aimee Bender, el personaje Sherrie Marla ha desarrollado una confianza profunda en otro personaje. Esta confianza es evidente cuando revela su verdadero yo después de quitar el hielo, mostrando un nuevo sentido de simetría en su rostro. En lugar de reaccionar con shock o miedo, Sherrie acepta esta transformación, viendo su rostro como una representación auténtica de quién es, en lugar de una mera fachada.
Este momento significa un cambio fundamental para él, ya que destaca el poder de las primeras impresiones y cómo se pueden remodelar a través de una conexión genuina. La narración sugiere que solo necesitaba cambiar esta percepción inicial para fomentar una comprensión y aceptación más profunda, algo que Sherrie encarna no estremecerse ante su nueva apariencia.