En "The Glass Castle" de Jeannette Walls, el autor ilustra una lucha con emociones contradictorias. Los pensamientos positivos a menudo dan paso a una marea de negatividad, dejándola abrumada. Las imágenes de los pensamientos negativos como bandada de cuervos negros capturan la pesadez y la desesperación que pueden invadir la mente, simbolizando el peso de esos sentimientos sombríos.
Esta analogía enfatiza cómo pueden ser los pensamientos negativos generalizados e intrusivos, al igual que un enjambre de cuervos que llena el paisaje. Se asientan en silencio, que se avecinan siniestrados, reflejando la agitación interna experimentada durante los tiempos difíciles. La escritura de Walls transmite hábilmente este complejo paisaje emocional, revelando cómo las luchas mentales pueden dominar la vida de uno.