Elizabeth contaba con Marco para mantener ocupada a su prima Mary hasta que terminara la reunión de la junta directiva. Un trozo de queso podría atrapar un ratón, pero una tarde a solas con un masajista musculoso atraparía a su prima de manera mucho más efectiva. Y después, mientras Mary yacía saciada y durmiendo sobre una camilla de masajes, mentes más sabias podían determinar el futuro de la empresa. Había momentos, pensó Elizabeth, en que el éxito en los negocios exigía absoluta crueldad.
(Elizabeth was counting on Marco to keep cousin Mary occupied until after the board meeting was over. A piece of cheese might catch a mouse, but an afternoon alone with a muscular masseur would ensnare her cousin far more effectively. And afterwards, while Mary lay sated and sleeping upon a massage table, wiser heads could determine the company's future. There were times, Elizabeth thought, when success in business demanded utter ruthlessness.)
Elizabeth confió en Marco para distraer a su prima Mary durante una reunión crítica de la junta. Creía que pasar una tarde con el atractivo masajista sería mucho más interesante para Mary que cualquier simple diversión. Esta estrategia era esencial; Mientras Mary estaba preocupada y descansaba, la junta directiva podía centrarse en discusiones serias sobre el futuro de la empresa.
Elizabeth reconoció que lograr el éxito en los negocios a veces requería cierto nivel de crueldad. Entendió que priorizar los intereses de la empresa podría requerir tácticas poco convencionales, y mantener ocupada a Mary era una medida calculada para garantizar que la junta directiva pudiera tomar decisiones importantes sin distracciones.