En la novela de Philip K. Dick "A Scanner Darkly", las acciones del protagonista en un entorno mundano, como una cabina telefónica, resaltan la intersección de la tecnología y el comportamiento humano. La frase "hizo una cosa de teléfono" enfatiza la naturaleza rutinaria de la comunicación en un mundo donde la realidad a menudo se desdibuja con ilusión.
Este momento sirve como puerta de entrada a temas más profundos de identidad y vigilancia en la narrativa. La exploración de Dick de los roles sociales y el impacto de las drogas crean un contexto en el que incluso las acciones simples se cargan con importancia, lo que refleja las luchas de los personajes en una realidad fragmentada.