En "The Bean Trees", las acciones de Estevan revelan una mezcla de inocencia y experiencia. Cuando se quita la camisa y se relaja en el bote, su confianza y comodidad en ese momento son sorprendentes, pero chocan con las emociones más profundas del narrador. La herencia maya de Estevan se enfatiza a través de su fisicalidad, mostrando una vulnerabilidad que contrasta con la complejidad de su pasado. Es conmovedor que pueda disfrutar de un comportamiento tan despreocupado a pesar de sus tumultuosas experiencias.
El narrador lidia con sus sentimientos, sintiendo una profunda conexión con Estevan mientras reconoce el peso de su historia. Su simple acto de recostarse evoca una sensación de desamor, destacando la yuxtaposición entre la inocencia y las dificultades que ha enfrentado. La capacidad de Estevan para participar en estos momentos cotidianos sirve como un recordatorio de las capas dentro de las personas, lo que lleva al narrador a reflexionar sobre sus propias emociones y comprensión de él.