La cita de "The Time Keeper" de Mitch Albom destaca la inutilidad de los esfuerzos humanos para medir y mejorar la eficiencia en la vida. A pesar de la búsqueda constante de productividad, las personas a menudo descubren que tales esfuerzos los dejan insatisfechos y con ansias aún más. Esta hambre de logro puede eclipsar lo que realmente importa: vivir el momento.
Albom sugiere que el deseo de controlar y poseer el tiempo es un aspecto fundamental de la experiencia humana. Sin embargo, la realidad es que el tiempo es esquivo y no se puede poseer. Cuando las personas se concentran en cuantificar sus vidas a través de horarios y tareas, corren el riesgo de perderse la esencia de la existencia misma: la experiencia de vivir plenamente en el presente.