Los extremos viven dentro de todos nosotros. La alegría de la asociación reside junto con la anticipación de la pérdida. Lo que se da se tomará, lo que tenemos a menudo es solo de valor para nosotros cuando se ha ido. Hizo una pausa, su rostro ahora se mantuvo a la luz una vez más.
(Extremes live within us all. The joy of association resides alongside the anticipation of loss. What is given will be taken, what we have is often only of value to us when it is gone. He paused, his face now held to the light once more.)
La cita refleja la dualidad de las emociones humanas, destacando que la alegría y la tristeza están interconectadas. Sugiere que dentro de cada persona se encuentra la capacidad de los extremos, enfatizando cómo la felicidad a menudo coexiste con el miedo a perder lo que apreciamos. Este contraste revela una comprensión más profunda de nuestros apegos y la naturaleza transitoria de la vida.
El momento de reflexión del narrador, mientras se detiene para considerar estos pensamientos mientras se bañan en la luz, simboliza un momento de claridad. Transmite la idea de que nuestro agradecimiento por lo que tenemos puede intensificar a raíz de una pérdida inminente, recordándonos que valoremos nuestras experiencias y conexiones mientras que podamos.