en J.R.R. "The Silmarillion" de Tolkien, el concepto de juramentos tiene un peso significativo, que encarna la gravedad de las promesas hechas. Un juramento, ya sea que sea bueno o enfermo, vincula al individuo y no se puede descartar fácilmente. La idea refleja un código moral estricto donde las consecuencias de las palabras e intenciones de uno los siguen a lo largo de sus vidas, influyendo en su destino y el mundo que los rodea.
Esta noción destaca la gravedad del compromiso en el universo de Tolkien, ilustrando que tanto los entreviadores como los descromerosos son responsables de sus acciones. Las repercusiones de romper un juramento conducen a conflictos y conflictos continuos, afectando no solo a las personas involucradas sino también a la narrativa más amplia del mundo, persiguiéndolos hasta el final de sus días.