En el libro "Viendo lo invisible" de Randy Alcorn, el autor enfatiza que la obra de Dios en nuestras vidas no se limita a preparar un destino celestial. En cambio, nos está formando activamente para encajar en ese hogar eterno, destacando la importancia del crecimiento personal y la madurez espiritual. Este proceso implica refinar nuestro carácter y profundizar nuestra comprensión de la fe.
El mensaje deAlcorn alienta a los lectores a ver sus experiencias terrenales como parte de una preparación divina para un futuro con Dios. Al reconocer la importancia del lugar para el que estamos destinados y el trabajo que Dios hace dentro de nosotros, podemos cultivar una perspectiva que valora nuestro crecimiento en la fe como esencial para nuestro viaje eterno.