Randy Alcorn en su libro "Ver lo invisible" destaca la obsesión de la sociedad con los jóvenes y el miedo al envejecimiento. Las personas se aferran tenazmente a la noción de jóvenes como si tuviera la clave de la felicidad y la valía. Esta búsqueda implacable es en última instancia inútil ya que el envejecimiento es una parte inevitable de la vida.
Sin embargo, Alcorn ofrece una perspectiva esperanzadora a través del Evangelio, lo que asegura a los creyentes de la juventud eterna y la vitalidad en la presencia de Dios. En lugar de centrarse en la apariencia física o el paso del tiempo, la promesa de la vida eterna fomenta una comprensión más profunda del verdadero cumplimiento y la alegría más allá de las limitaciones terrenales.