Randy Alcorn, en su libro "Ver lo invisible: una dosis diaria de perspectiva eterna", enfatiza la importancia de enseñar a los niños a reconocer y apreciar las bendiciones que encuentran todos los días. Sugiere que uno de los legados más valiosos que los padres pueden dar a sus hijos es la habilidad de percibir estas bendiciones y responderles con gratitud. Esta perspectiva fomenta una sensación de apreciación y alegría en la vida.
Alcorn destaca el principio bíblico de ser "abundante en el Día de Acción de Gracias", como se indica en Colosenses 2: 7. Al fomentar una mentalidad agradecida en los niños, los padres pueden equiparlos para vivir una vida más satisfactoria, basando sus experiencias diarias en gratitud. Esta capacidad de ver la bondad a su alrededor puede ayudar a dar forma a su carácter e influir en sus interacciones con los demás.