La esencia de la felicidad, como se destaca en el "acto de guerra" de Brad Thor, puede destilarse en tres elementos fundamentales. Primero, tener actividades o actividades atractivas en la vida proporciona un sentido de propósito y satisfacción. Estos pueden variar desde carreras hasta pasatiempos que ocupan nuestro tiempo y mente, contribuyendo a nuestra satisfacción general.
En segundo lugar, la importancia de las relaciones no puede ser exagerada. Las conexiones amorosas con otros enriquecen nuestras vidas, creando sistemas de apoyo y recuerdos apreciados. Finalmente, la anticipación de eventos u objetivos futuros inculca esperanza y emoción, lo que nos lleva adelante. Juntos, estos tres aspectos, actividades significativas, relaciones significativas y esperanza para el futuro, forman la base de una vida feliz.