Habiendo revolcado en una deliciosa orgía de sentimiento anti-francés, habiendo deplorado y aplaudido a los villanos mismos, habiendo disfrutado de las fábricas de banqueros, ferroviarios, diplomáticos y policías, el público ahora estaba listo para ver su fe restaurada en la solidez básica de los bancos, ferrocarriles, gobierno y policía.
(Having wallowed in a delightful orgy of anti-French sentiment, having deplored and applauded the villains themselves, having relished the foibles of bankers, railwaymen, diplomats, and police, the public was now ready to see its faith restored in the basic soundness of banks, railroads, government, and police.)
El público, después de disfrutar de un período de intenso sentimiento anti-francés y experimentar una mezcla de emociones hacia diferentes figuras sociales, como villanos, banqueros y diplomáticos, se encontró ansiando la tranquilidad. Esta fascinación por los escándalos y las fallas personales entre entidades poderosas dejó a la audiencia sintiéndose desilusionada, pero también ansiosa por un retorno a la estabilidad y la confianza.
Como resultado, las personas estaban preparadas para restablecer su confianza en la confiabilidad fundamental de instituciones clave como bancos, ferrocarriles y el gobierno. Este cambio del escepticismo a la creencia destaca la naturaleza cíclica del sentimiento público, donde los períodos de agitación dan paso a un afán de tranquilidad y estabilidad una vez más.