En "The Time Keeper", el Víctor del personaje representa a alguien que está profundamente enredado en el concepto de tiempo, ilustrando la tendencia humana a centrarse en el pasado mientras descuida el futuro. Su reflejo sobre un niño que desea "ayer" revela un profundo malentendido de la progresión de la vida. El niño lidia con el deseo de lo que alguna vez fue, perdiendo la oportunidad de dar forma y abrazar lo que se avecina. Esto resalta los desafíos que enfrentan las personas para equilibrar sus arrepentimientos con sus aspiraciones.
La cita sugiere un tema más amplio de la gestión del tiempo y la importancia de vivir en el presente. El viaje de Victor muestra que si bien los recuerdos son valiosos, existe una necesidad crucial de invertir en mañana y su potencial. A través de la evolución de Victor, la narración enfatiza que el verdadero cumplimiento proviene de reconocer que el futuro es un lienzo en el que podemos pintar, en lugar de una mera continuación del pasado. Esta idea alienta a los lectores a reevaluar su relación con el tiempo y las elecciones que toman.